GALICIA EN LA ENCRUCIJADA. CICLO DE CONFERENCIAS SOBRE DEMOGRAFÍA Y FUTURO

A Coruña, 17 de octubre de 2017. Ante las consecuencias ya visibles del importante cambio demográfico que está viviendo nuestra sociedad, que afectan a la viabilidad del actual modelo económico, la supervivencia de nuestro estilo de vida o la propia sostenibilidad del estado de bienestar, los ponentes analizaron distintos aspectos de la coyuntura demográfica en España y en Galicia, y expusieron medidas en el ámbito económico, social, cultural e incluso empresarial que han de tomarse de modo urgente para atajar el problema.

De esta forma, el presidente de la Fundación Barrié, José María Arias Mosquera, esbozó las principales líneas sobre la crisis demográfica y apuntó que es un problema que afecta a todo el mundo, pero que tiene especial incidencia en algunos países, como España, y en determinadas comunidades como Galicia y Asturias, que presentan el índice más acusado de envejecimiento poblacional de toda Europa. Según las previsiones que se manejan, “Galicia perderá un millón de habitantes en los próximos 30 años y tendrá menos población que a comienzos del siglo XX”. Este decrecimiento demográfico tiene consecuencias graves para la economía (porque hay un menor consumo, menor inversión, menos demanda, caída de precios, infraestructuras sobredimensionadas, mano de obra envejecida…), pero también financieros e incluso sociales, con una mayor despoblación de las áreas rurales que “pondrá en peligro el patrimonio natural y cultural”.
Según sus palabras, la crisis demográfica actúa como las termitas, lentamente pero con efectos devastadores. Ante esta situación, urge tomar medidas como “el reconocimiento del problema, elaborar planes para fijar población al territorio, atraer la inversión extrajera o mejorar la economía para crear más oportunidades”, entre otras. José María Arias Mosquera citó el caso de Irlanda, un país cuya demografía cayó enormemente tras la crisis de la patata y durante 100 años, pero que en las últimas décadas había logrado un crecimiento poblacional del 50% gracias a medidas como la moderación salarial, reducción de impuestos, creación de empleo, atracción de la inversión extranjera y, sobre todo, una decidida apuesta por la educación y una buena inversión de los fondos europeos que se orientaron hacia la innovación y el desarrollo.
Para profundizar en el análisis del problema y sus posibles soluciones, el presidente de la Fundación Barrié presentó esta jornada en la que se han reunido “algunos de los mejores expertos” en la materia.

Tras la presentación, el director general de la Fundación Renacimiento Demográfico, Alejandro Macarrón Larumbe, realizó un diagnóstico de la situación indicando qué supone el cambio demográfico y reafirmó algunos de los puntos clave que había apuntado José María Arias Mosquera, como los problemas más graves que origina lo que denominó el “suicidio demográfico” de medio mundo: problemas de inversión y consumo, emocionales, políticos y de productividad. Entre las posibles soluciones apuntó a una mayor concienciación de la población sobre el problema demográfico, un análisis riguroso de la situación, afrontar el tema como una gran prioridad para los poderes públicos, activar incentivos económicos y una política de rejuvenecimiento y auspiciar nuevos valores sociales y culturales favorables a la natalidad, así como procurar una mejor salud en los mayores, integrar la inmigración, apoyarse en los avances tecnológicos y poner en valor el talento sénior.

Precisamente esta puesta en valor del talento de los mayores centró la intervención del economista Antón Costas Comesaña, que ofreció una visión más optimista del envejecimiento demográfico. Costas Comesaña abogó por dar mayor visibilidad al sector de los mayores activos, a los que se les busca una denominación que podría ser “seniors”, y ver las oportunidades que genera este sector, tanto laborales como de consumo. Propuso reorganizar el mundo del trabajo (con empleos a tiempo parcial y con horarios y retribuciones flexibles para aprovechar el talento sénior), el consumo (con nuevos bienes especialmente pensados para este sector) y las finanzas (con productos financieros atractivos para los mayores y así reintroducir sus ahorros en la economía) para adaptarse a este nuevo paradigma desde una perspectiva más positiva.

Esta intervención dio paso a un bloque que ahondó en el análisis de lo que denominaron “economía plateada” diseñada para una población envejecida. Así, el profesor de Investigación en el CSIC Vicente Rodríguez Rodríguez repasó los instrumentos y agentes en Europa, España y Galicia al servicio de esta economía plateada y esbozó algunas de las políticas que se pretenden aplicar para activar el compromiso de los mayores y aprovechar el capital humano de este sector con medidas como la prolongación de la vida laboral, flexibilidad en las pensiones, etc… También planteó que sería interesante determinar tanto el tamaño como el papel de la economía plateada en España y también la creación de productos y servicios para ese sector.

Por su parte, el presidente de People Matters, Alfonso Jiménez Fernández, en su disertación sobre “Demografía y talento”, explicó que la demografía condiciona el mercado de trabajo y, a su vez, éste matiza las decisiones sobre el capital humano. Después de analizar cómo evolucionó la pirámide poblacional en España y en Galicia hasta llegar al actual estado de crisis demográfica y envejecimiento poblacional,  destacó que hay que cambiar la forma de actuar que tienen las empresas desde su gestión de recursos humanos pues predijo un futuro cercano en que el que, al haber cada vez menos jóvenes en el mercado laboral, será muy difícil retener y atraer el talento, y cada vez será más complicado encontrar jóvenes con determinadas competencias porque la mayoría concentran su formación en unos pocos sectores.

Centrando un poco más el foco en Galicia, el economista y politólogo Manuel Blanco Desar hizo un análisis de hacia dónde se dirige nuestra comunidad en este ámbito y comentó que es necesaria una estrategia integral y multiactiva para solucionar el problema demográfico en Galicia, ya que la importación de modelos de incentivos a la natalidad de países como Alemania (donde se paga hasta casi 200 euros por hijo hasta que tienen 18 años) no sería viable, además de mostrar una eficacia más bien moderada. Blanco Desar repasó algunas de las medidas propuestas e introdujo algunas nuevas, a veces revolucionarias y polémicas, como el sufragio infantil articulado a través de las madres para condicionar la agenda política. En cualquier caso aseguró que si no se logra una amplia concienciación social sobre el problema, difícilmente su solución entrará en la planificación de los poderes públicos.

En la misma línea se expresó Andrés Precedo Ledo, catedrático de Geografía Humana de la Universidade de Santiago de Compostela, quien apuntó que “la demografía es el principal problema de Galicia a largo plazo”. Repasó, como sus antecesores en las jornadas, algunas de las causas y consecuencias de la crisis demográfica y propuso varias medidas para combatir esta lacra, entre las que destacan aumentar el atractivo de Galicia para retener y atraer talento y población, atraer inversiones foráneas, descentralizar el crecimiento para favorecer el despegue de comunidades como la gallega, políticas natalistas, desarrollo local para dinamizar las zonas rurales y un gran pacto por la demografía para dar estabilidad a largo plazo a las medidas que se adopten.

Como broche a estas jornadas, el presidente de honor de Garrigues, Antonio Garrigues Walker, indicó que el problema demográfico no se puede entender de manera aislada,  sino como parte de una serie de circunstancias que afectan fundamentalmente a los países desarrollados, entre las que destacó la elevada concentración de riqueza en pocas manos mientras se extiende el volumen de población que vive en la pobreza o los obstáculos que los países desarrollados ponen a la inmigración y el refugio sin percatarse de que “la historia de la Humanidad es la historia de la inmigración”, y que “los movimientos migratorios siempre han sido favorables a los países de acogida”.
Garrigues Walker aseguró que la longevidad seguirá avanzando por las mejoras en la sanidad y en la tecnología, y que la natalidad seguirá descendiendo por el nuevo papel y protagonismo de la mujer en la sociedad, pero quiso cerrar las jornadas con un mensaje positivo: el problema de la demografía “lo vamos a solucionar, pero tendremos que hacerlo afrontándolo desde una perspectiva más amplia”.