In Memoriam
D. José María Arias Mosquera, presidente de la Fundación Barrié desde el año 2009, falleció en Madrid el 11 de diciembre de 2023. La Fundación pierde con su óbito no solo a un presidente absolutamente identificado con sus fines y atento hasta sus últimos días a su devenir, sino también parte de su memoria viva, esencial para dar forma a todos los programas.
El tercer presidente de la Fundación Barrié fue designado por D.ª Carmela Arias y Díaz de Rábago, quien fuera a su vez designada por el fundador, D. Pedro Barrié de la Maza, como la mejor garantía de cumplimiento de los fines fundacionales. Con aquel nombramiento, doña Carmela le confió la tarea de dar continuidad al legado y los valores de una institución que goza de un profundo arraigo en la historia de Galicia y un papel fundamental en la creación de infraestructura educativa, la preservación del folclore, la promoción de estudios e investigaciones, la catalogación arqueológica y artística o la renovación historiográfica.
Don José María, plenamente consciente de la responsabilidad que asumía, se embarcó en un proceso de reorganización estratégica, trazando el rumbo hacia lo que hoy es la Fundación. Con la humildad, perseverancia y convicción que le caracterizaban, nos instó a mirar siempre hacia el futuro, pero sin olvidarnos nunca de nuestra historia: “Nuestra tarea es adaptarnos a cada tiempo para ser fieles a la esencia de la Fundación. Poner los medios que constituyen el legado fundacional al servicio del desarrollo de Galicia, con la educación, entendida en un sentido amplio, como motor principal de todas nuestras acciones”.
Este enfoque partía de una filosofía que defendía diariamente: como fundación, nuestro deber es anticipar las demandas sociales y ofrecer soluciones pioneras que puedan ser transferidas o implementadas por otras entidades. “El objetivo es que el impacto no solo se expanda, sino que sea sostenible en el tiempo”. Ese objetivo ha marcado desde entonces nuestra actuación, pero también nuestra forma de colaborar con las instituciones con las que la Fundación ha mantenido históricamente una estrecha relación, como la Universidade de Santiago de Compostela, su propia alma mater y de cuyo Consello Social fue presidente.
Su labor al frente de la Fundación constituyó un ejemplo de entrega y nos deja hitos imborrables, como el proyecto de restauración del Pórtico de la Gloria, la modernización del sistema de becas o la digitalización del diccionario de la Real Academia Galega y su difusión a través de tecnologías de nuestra época. Tampoco podemos obviar su quehacer en la búsqueda de soluciones a los problemas estructurales de nuestra sociedad, como la crisis demográfica, la brecha en la investigación, la sostenibilidad financiera del tercer sector social o los desafíos del sector forestal, cuestiones que le preocupaban de manera especial.
La Fundación agradece profundamente las abrumadoras muestras de pésame y reconocimiento recibidas tras su fallecimiento y alberga el firme deseo de intentar corresponder al nivel de compromiso que don José María, al igual que sus predecesores, siempre manifestó con la institución y, a través de ella, con toda Galicia.