Originario de la misma región que los célebres Hubert y Jan van Eyck, y probablemente miembro de su familia, Barthélemy d’Eyck es considerado como uno de los más brillantes pintores del siglo XV francés. Su personal idioma artístico resulta del feliz encuentro entre la visión naturalista flamenca aprendida en su juventud y el contacto con los colores y la luz de la Provenza, combinado con una sorprendente capacidad narrativa. Barthélemy pasó gran parte de su vida al servicio del duque René d’Anjou, con quien estableció una estrecha relación: de la familiaridad existente entre artista y mecenas nacieron algunas de las piezas más sublimes de la historia de la miniatura occidental, como el Livre du coeur d’amour épris de Viena, escrito por el duque y miniado por su valet de chambre, título honorífico que Barthélemy d’Eyck portó durante largo tiempo. A partir de sus obras, podemos entender
mejor cómo este genial pintor pudo convertirse en el más fiel intérprete de las aspiraciones políticas, religiosas y literarias del llamado “Buen Rey René”, uno de los más importantes mecenas de las artes y las letras del ocaso medieval.
MIREIA CASTAÑO
Historiadora del Arte
Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Ginebra, recibe una beca de formación e investigación del Banco de España en el área de Conservación de Pintura Gótica Española del Museo del Prado. Actualmente es investigadora postdoctoral en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Especialista en pintura y miniatura francesas del siglo XV, sus líneas de investigación se centran en las nociones de geografía artística y versatilidad técnica, con un especial interés en el diálogo entre la Historia del Arte y la Literatura, cuestiones sobre las que realiza diversas publicaciones, entre las que cabe destacar su tesis, publicado en forma de monografía en 2022, con el título Le Maître du Roman de la Rose de Vienne.