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UNIDAD DIDÁCTICA PARA LA EXPOSICIÓN "Buda y Shiva, Loto y Dragón: Obras maestras de la colección de Mr. and Mrs. John D. Rockefeller 3rd en Asia Society"
INTRODUCCIÓN
Para Pauline Lewis, directora ejecutiva del American Federation of Arts, esta cuidada selección de objetos “afirman el poder que las artes visuales tienen para tender puentes entre sociedades y tiempos”. Además, ”fortalecerán los vínculos del entendimiento cultural en nuestro propio tiempo”. Para Michelle Yun Mappelthorpe, directora del Asia Society Museum, aportan un “mayor entendimiento y empatía hacia otras culturas”. Para Carmen Arias, directora de la Fundación Barrié, “ entramos en contacto con las raíces indo-asiáticas, que están en nuestra cultura mucho más presentes de lo que creemos”.
Fue la creencia de que el arte es central para el entendimiento intercultural entre los estadounidenses y los asiáticos lo que estimuló a John D Rockefeller a fundar la Asia Society en 1956.
La percepción occidental de las grandes tradiciones asiáticas tiende a identificar al hinduismo o al budismo como sistemas de pensamiento basados en la autorrealización personal, en la búsqueda de la sabiduría en el plano filosófico y existencial. Todo esto poco tiene que ver con la realidad de estas culturas, con la estrecha relación que mantienen con todo tipo de objetos, mediante elaborados rituales. La exposición nos devuelve la atención por las formas materiales alrededor de las cuales se han organizado las prácticas culturales orientales.
Además nos muestra la enorme diversidad cultural de las tradiciones budistas e hinduistas y el papel central que el ritual ha desarrollado en la historia de sus culturas.
Actividades para escolares de Infantil (60min) - DIGiiLUMINACION
Los mudras son posturas rituales de las manos que ejecutan los budas y bodhisattvas. Son gestos que se realizan con las manos y los dedos. Ayudan y canalizan la concentración. Como en la tradición occidental, la gestualidad de las figuras también sirve para transmitir diferentes tipos de información sobre el personaje en cuestión. Durante la visita a la exposición los fijaremos en las diferentes posturas de las manos de las figuras. Descubriremos para qué sirven y qué significan.
Hoy en día utilizamos infinidad de gestos comunicativos con las manos en nuestra vida cotidiana. Analizaremos estos signos y contaremos de dónde proviene su uso y cuáles son sus significados.
También nos fijaremos en los rituales, qué son y para qué sirven. En nuestras vidas cotidianas realizamos infinidad de pequeños rituales a los que solemos llamar rutinas. Analizaremos cuáles son y de qué tipo.
A continuación tendremos que crear nuestro propio mudra. Pero antes necesitamos concentrarnos, meditar. Nos sentaremos en la “postura del loto” (una postura de yoga, la de los budas) y tras una breve introspección creativa, practicaremos mensajes o símbolos ejecutados con nuestras manos y nuestros dedos. En una puesta en común tendrán que describir su significado y simbolismo.
Canalizar energías, emociones, a través del gesto, será el siguiente experimento. Para ello nos serviremos de un “objeto misterioso”. Un objeto capaz de recoger y conservar la energía de las manos y las emociones del gesto y plasmarlas visualmente. Un objeto capaz de plasmar el resultado de la acción del gesto movido por la emoción o la materialización física de una emoción, su huella. Practicaremos nuestros mudras con este objeto entre las manos.
Por último, para finalizar el ritual didáctico, cada participante colocará cuidadosamente en el suelo su objeto (con la forma obtenida tras el ejercicio anterior) de modo que configure una gran espiral, como una galaxia, que actuará a modo de mandala, mostrándonos un camino infinito.
Actividades para escolares de Primaria (60min) - VEO VISIONES: ILUMINACIÓN DIGIEVOLUTIVA
El budismo ha potenciado con énfasis el “acto de ver”. El apelativo “Buda” significa “el que ha despertado”. La experiencia de percibir la auténtica naturaleza de la realidad se suele describir como “conocer y ver”. Pero no hablamos de ver con los ojos, más bien hablamos de visualizar, de ver con la imaginación.
La dinámica del juego dará comienzo tras una breve pausa para un ejercicio de Visualización Mental. Con los ojos cerrados visualizaremos los elementos que más nos han llamado la atención durante la visita a la exposición y con ellos trataremos de crear una imagen que concentre todos esos elementos.
Expondremos nuestras visiones en público y en conjunto iremos transcribiendo las descripciones para convertirlas en instrucciones que pueda entender una IA (Inteligencia Artificial).
Para la materialización plástica de las visiones nos serviremos de una IA capaz de generar imágenes a partir de instrucciones de texto. Mientras la IA “piensa” y “crea” las imágenes, aprovecharemos el tiempo realizando un viaje virtual por el Asia que visitó Mr John D. Rockefeller 3rd, adentrándonos así en las culturas de las que provienen las piezas de la exposición.
Jugar con una IA implica educarla, enseñarle para que afine sus respuestas. Por nuestra parte “iluminaremos” la IA con nuestras propuestas. Pero en cierta medida la IA nos iluminará también a nosotros, al materializar visualmente aquello que hemos imaginado y descrito con palabras.
De entre todas las opciones visibles que proporcione la IA cada participante deberá escoger aquella que considere que más se acerca a su visión. Cuanto más detallada y más especificaciones contenga la descripción del texto, mejor será el resultado. Al jugar todos a la vez, en tiempo real, podremos cotejar las imágenes obtenidas y analizarlas mediante una puesta en común.
Pero, ¿qué es una Inteligencia Artificial (IA)?
Quizás la definición exacta de qué es o define una IA sea un terreno demasiado ambiguo, entre su definición estricta y lo que se nos vende como IA. Literalmente hablando estamos ante “una máquina capaz de pensar”, que toma conciencia de sí misma. Esto se conoce como “singularidad”. Aunque, de momento al menos, más bien hablamos de “máquinas que simulan o emulan ciertas capacidades del cerebro humano”, dando así la sensación de que piensan por sí mismas. Las asistentes personales Siri o Alexa serían un buen ejemplo de ello.
Aquí, lo realmente importante es experimentar y descubrir por nosotros mismos cómo funcionan las IA y qué son capaces de hacer en el campo creativo y artístico.
Actividades para escolares de ESO y BACH (60min) - DIGIDHARMA: EL CAMINO DIGIEVOLUTIVO
Los textos budistas suelen utilizar imágenes para comunicar la naturaleza del Dharma, que se suele describir como algo que uno debe “alcanzar y ver” por sí mismo.
Se habla mucho actualmente sobre las IA en el ámbito de las artes plásticas tras la aparición y popularización de varias IA puestas a disposición de los usuarios. Se ha generado cierta expectación y polémica en torno a estas IA y cómo pueden afectar a las personas y vidas profesionales.
El caso es que muy poca gente de la que opina ha utilizado o jugado con una IA, más allá de los “asistentes personales” Siri o Alexa y posiblemente algunas más que simplemente desconocen que utilicen IA.
La idea que nos hemos creado sobre lo que es una IA deriva en gran medida de la cultura popular, sobre todo de la literatura y el cine de ciencia ficción. Cuando pensamos en una IA con conciencia de sí misma, la llamada “singularidad”, nos tiemblan las piernas recordando a Skynet, el sistema operativo que toma conciencia de sí mismo en The Terminator (J. Cameron, 1984) y decide exterminar a la especie humana. La IA que percibe al ser humano como amenaza y lacra del planeta a la que hay que erradicar, la conocimos mucho antes, en “2001: Una odisea del espacio” (S. Kubrick, 1968), se llamaba HAL 9000 y tenía sus propios planes sobre la misión. Y rizando el rizo, la aparición de Matrix (hermanas Wachowski, 1999) aportó una nueva dimensión sobre una raza de máquinas y su relación con los seres humanos. Por el medio quedan un sinfín de androides, asistentes personales, de marcada y humanizada personalidad, como R2D2 o C3PO, de la saga de La Guerra de las Galaxias (G. Lucas, 1977). Acercamientos más recientes nos ponen ante IA más cercanas a lo que la ciencia actual podría lograr. Como David, un niño robot, capaz de emular el sentir y amar propio de un hijo, en “A.I. Inteligencia Artificial” (S. Spielberg, 2001) o Sonny, el humanoide protagonista de “Yo, robot” (A. Proyas, 2004), que a diferencia del sistema operativo V.I.K.I., experimenta el libre albedrío fuera de las Tres Leyes de la Robótica de Asimov y es capaz de soñar.
Pero en la realidad estamos aún lejos de crear una de estas “singularidades”. Lo que sí tenemos son emuladores de inteligencia, con gran capacidad de computación, capaces de atender a infinidad de variables y tomar decisiones en base a estos análisis.
En nuestra propuesta educativa nos serviremos de una IA (Inteligencia Artificial) capaz de generar imágenes a partir de instrucciones de texto. La dinámica del juego se centrará en la mezcla de culturas a través de las imágenes más icónicas y representativas que se nos ocurran. Entre todos crearemos unas instrucciones muy detalladas sobre los elementos que debe incluir la imagen deseada. Así describiremos nuestra visión.
La IA plasmará nuestras instrucciones en una serie de imágenes únicas. De entre las diferentes opciones cada participante elegirá la que crea más cercana a su propia visión. Al jugar todos a la vez, en tiempo real, podremos cotejar las imágenes obtenidas y analizarlas mediante una puesta en común.
La materialización visual de nuestras instrucciones en manos de una inteligencia desprovista de prejuicios quizás nos ilumine el camino de la empatía hacia otras culturas aparentemente tan ajenas a la nuestra.
Actividades para colectivos de Diversidad funcional. (60min)
Se adaptarán las actividades propuestas a las características específicas de cada grupo.
Visitas guiadas para grupos de adultos (60min).
La exposición se presenta como un encuentro entre culturas, que enfatiza la capacidad que tienen las artes visuales para fomentar el diálogo intercultural, actuando como catalizador para un mayor entendendimiento entre pueblos.
En occidente nos hemos ido forjando una imagen de las dos grandes religiones orientales, el budismo y el hinduismo, al menos en su forma original, como una búsqueda personal de sabiduría, sobre todo filosófica y racional, que poco tenía que ver con la veneración del Buda o Shiva ni con los rituales en general. La exposición nos devuelve la atención por las formas materiales alrededor de las cuales se han organizado las prácticas culturales orientales. Además nos muestra la enorme diversidad cultural de las tradiciones budistas e hinduistas y el papel central que el ritual ha desarrollado en la historia de sus culturas.
Destacaremos además la importantísima labor de mecenazgo ejercida por John D. Rockefeller 3rd y Blanchette Hooker Rockefeller, fundamental para el acercamiento de las culturas asiáticas a occidente.